El queso forma parte de nuestro día a día. Seguro que, al menos, una vez al día, comes queso. ¿A que sí? Es que es uno de los alimentos que más representa a nuestro país, como el jamón de bellota o el aceite de oliva. Son de esa clase de alimentos que no pueden faltar en nuestra dieta.
Cada vez son más las queserías que deciden emprender y elaborar quesos artesanos de calidad. Esos que con solo mirarlos sabes que son de fabricación casera. Se huele y, sobre todo, se sabe.
Podemos encontrar diferentes tipos de queso: tierno, curado, semi curado, de cabra, de vaca… ¡Así hasta 200 tipos de queso! Pero, ¿cómo distinguimos un queso artesanal de uno industrial?
¿Qué se considera un queso artesano?
Un queso artesano se caracteriza por ser elaborado de manera tradicional y cuidadosa, utilizando métodos manuales o semiautomatizados en instalaciones generalmente pequeña.
Producción limitada: Los quesos artesanos suelen elaborarse en cantidades limitadas, lo que permite un mayor control sobre la calidad y el proceso de producción.
Materia prima de calidad: Se utilizan ingredientes de alta calidad, como leche fresca y en algunos casos leche cruda, proveniente preferiblemente de ganaderías locales y cuidadosamente seleccionada.
Proceso manual: Aunque pueden utilizar maquinaria en ciertas etapas del proceso, como el moldeado o el prensado, los quesos artesanos suelen ser elaborados principalmente de forma manual, con atención individualizada a cada lote.
Cultivos de bacterias naturales: En la elaboración de quesos artesanos se prefieren los cultivos de bacterias naturales, que pueden variar según la región y la tradición quesera local, lo que contribuye a la diversidad de sabores y aromas.
Maduración controlada: Suelen someterse a procesos de maduración prolongados, durante los cuales se desarrollan sus características sensoriales distintivas, como su sabor, aroma y textura.
- Variedad y Originalidad: Los productores de quesos artesanos suelen experimentar con recetas tradicionales y técnicas innovadoras para crear una amplia variedad de quesos con sabores y características únicas, como nuestros quesos de ñora, o de Granada Mollar de Elche.
El sabor marca la diferencia
Una de las diferencias más claras entre un queso artesanal y otro industrial es el sabor. Cuando coges un trozo de queso hecho artesanalmente y te lo metes en la boca empiezas a degustar una explosión de sabores: afrutado, herbáceo, picante, dulce… ¡Una auténtica experiencia! Estos sabores se consiguen gracias a a la combinación de leche de primera calidad y cultivos de bacterias naturales junto a condiciones de maduración controladas.
En contraste, los quesos industriales a menudo exhiben un sabor más uniforme y menos distintivo, que carece de la complejidad y la profundidad de los quesos artesanales. Esto se debe a los procesos de producción estandarizados, donde se prioriza la consistencia y la eficiencia sobre la calidad y la autenticidad. Los aditivos utilizados en la fabricación industrial pueden enmascarar los sabores naturales del queso, creando un perfil de sabor plano.
La textura los delata
Al morder un trozo de queso artesanal, se puede sentir una textura irregular y rica que invita a explorar cada rincón del paladar. La presencia de cristales de sal, grasa o proteína, así como las variaciones en la humedad y la densidad, contribuyen a esta experiencia sensorial única. La textura del queso artesanal puede ser cremosa, granulosa, untuosa o quebradiza.
Sin embargo, la textura de los quesos industriales tiende a ser más homogénea y menos compleja que la de los quesos artesanales. Esto se debe a los métodos de producción altamente mecanizados, que buscan uniformidad y consistencia en cada lote de queso. La textura puede ser más suave, uniforme y elástica, sin las variaciones naturales.
Certificaciones que revelan su calidad
Las certificaciones son sellos o etiquetas oficiales que garantizan ciertos estándares de calidad, autenticidad o métodos de producción. Algunas de las certificaciones más importantes en el mundo del queso incluyen:
Denominación de Origen Protegida (DOP): Este sello garantiza que el queso ha sido producido en una región geográfica específica, utilizando métodos tradicionales y siguiendo ciertos estándares de calidad establecidos por la normativa. La DOP protege tanto el nombre del queso como su reputación, asegurando que los consumidores obtengan un producto auténtico y de calidad.
Agricultura Ecológica: Este sello certifica que el queso ha sido producido siguiendo prácticas agrícolas y de producción respetuosas con el medio ambiente, sin el uso de pesticidas ni fertilizantes sintéticos. Los quesos con esta certificación suelen ser valorados por consumidores preocupados por la sostenibilidad y la salud.
En La Vaquería del Camp d´Elx elaboramos nuestro propio queso. Podrás encontrar una gran variedad, desde queso tierno de vaca, hasta los más originales hechos con ñora, Granada de Mollar y nuestro mítico El Vaquerito.
¡Os esperamos!